top of page

Teoría cuántica de la inmunidad, la sanación y la cura

Actualizado: 8 ene 2023

Presentación

El patio trasero de la casa de mis abuelos estaba impregnado de una magia bien particular, allí se respiraba libertad, o más bien, allí podía aspirar a ella.


Era un fondo profundo de cara al horizonte, cercado por un tupido cañaveral que podría ser franqueado sin inconvenientes, por lo menos desde la mente de un niño de cinco años. Solo eso me separaba de correr hacia el sol del amanecer; y más de una vez tuve ese sueño.


Después de las cañas, una misteriosa laguna ubicada a unos 150 metros había sido testigo de inquietantes sucesos, los que me han intrigado desde siempre.


Uno de los fenómenos más curiosos vivido en ese lugar me lo relató mi abuela, quien hoy se encuentra en otros planos de la existencia.


María Elena Acuña, me contó cómo hace más de 60 años, un objeto luminoso aparecía y desaparecía al ras del suelo, en la medida en que su padre y su esposo se acercaban o alejaban del objeto en plena noche estrellada de verano. La ubicación exacta del objeto se encontraba más allá del patio trasero de la casa, precisamente hacia el lugar donde me llevaban mis recurrentes sueños y curiosamente, en el lugar exacto donde vivirían mis futuros padres y yo, su primer hijo.


En el sueño, recuerdo comenzar a correr rápidamente, atravesar la cañada, y correr aún más deprisa hacia el sol que se asomaba por el horizonte mientras dejaba a mi espalda a la laguna. Despertaba feliz.


Por un momento me había sentido integrado al fresco viento matutino, la humedad había hidratado mi piel, el rocío mojado los pies, mis ojos se habían teñido con los tonos ocres del amanecer, y el sol estaba al alcance de unos cuantos pasos.


Así es, el cuerpo es el receptor orgánico de la expresión de la libertad en nosotros, y esta, tiene un profundo significado. Pero perseguir nuestros anhelos y concretar nuestros deseos, implica antes que nada ser libres de nosotros mismos.


Fue a los siete años, —año 80— cuando mi vida dio un giro inesperado al enfermar gravemente de hepatitis C. Durante el desarrollo de la enfermedad mis padres me regalan un libro llamado “El mundo de lo desconocido: OVNIS”. Durante los tres meses que estuve en reposo, leí el libro decenas de veces, repasaba con la mirada una y otra vez sus imágenes, todo esto, sin saber que este tema cambiaría el rumbo de mi vida para siempre. Por primera vez, a pesar de estar sujeto a una cárcel de cuatro patas y un gran colchón, me sentía libre navegando en mis pensamientos por maravillosos mundos, que finalmente, no serían de ficción.


Mi cuerpo sanó antes de lo esperado; lo que debió llevar por lo menos seis meses, según el doctor Casañas, llevó tres. ¿Qué mecanismos internos se habían manifestado como para acelerar los procesos?


Fue a mis quince años cuando comencé a frecuentar un grupo de contacto e investigación relacionado al fenómeno ovni. El grupo se había conformado en el año 88 después de que mi ciudad natal fuera visitada por los no identificados, específicamente la zona del “Valle de los espejos”, que dista a trecientos metros de donde hoy vivo en San Ramón, Canelones, Uruguay.


Nos reuníamos todos los miércoles, y uno de sus siete integrantes, Irma Olivera, ingeniera agrónoma, nos esperó con una desafortunada noticia; ella había desarrollado un “melanoma maligno del pie”.


Un melanoma es un cáncer que empieza en las células de la piel que producen la pigmentación. Éste se denomina también melanoma maligno debido a que se propaga a otras áreas del cuerpo, mientras se desarrolla debajo de la superficie de la piel.


La congoja del grupo fue insostenible en ese momento. A pesar de eso, comenzamos inmediatamente a practicar en ella las diversas técnicas aprendidas durante el desarrollo de una guía de prácticas. Los resultados no se dejaron esperar, quince días después el cáncer había desaparecido, gracias a la suma de vectores tan importantes como la energía y los pensamientos, impulsados por la intención y la convicción.


La remisión completa del cáncer significa que no hay vestigios del melanoma cuando el médico lo examina, es decir que pruebas de sangre e imágenes no hallan rastros de la enfermedad.


En esos años, los trabajos de irradiación parecían tener un fundamento poco menos que mágico, y sinceramente, en aquel tiempo el tema de la sanación no me interesaba demasiado.


En el año 2004 era un joven estudiante de ingeniería en electrónica, cuando una experiencia vivida en las “Cuevas de las Manos” en Santa Cruz, Argentina, me dio de frente con un tema que me resultó apasionante: Allí escuché la palabra “cuanto”, término que estaría involucrado, entre muchas otras cosas, en la capacidad que tiene un observador de modificar a lo observado.


¿Qué tiene que ver esto de los “cuantos”, con la inmunidad y con los procesos naturales de sanación?


La definición de sistema inmune orgánico dado por la “medicina convencional”, al servicio de la industria farmacéutica, sería muy básicamente definido como el conjunto de elementos y procesos biológicos que se desarrollan en el interior de un organismo de modo que le permitan mantener la homeostasis o equilibrio orgánico frente a agresiones externas o internas.


Aquellos que se detengan a reflexionar sobre esta definición, quizás se hayan realizado algunas interrogantes. Yo me hice una que me pareció bien significativa. ¿Por qué la definición de sistema inmune solo se establece en el entorno de lo orgánico y de los procesos biológicos?


La respuesta me pareció obvia, y es que, si nosotros introducimos en el contexto de la definición convencional los componentes de energía y psiquismo, el Ser Humano podría estar en total control de su salud y de sus procesos de sanación. Y si una realización de esta envergadura pudiera repetirse en más de un individuo, estas podrían extrapolarse a nivel colectivo implicando una independencia total de la humanidad al mercado farmacéutico.


Hoy sabemos que el Ser Humano está constituido por cuatro elementos básicos: Alma, mente, cuerpo y medioambiente. Y en estas dinámicas relacionales se manifiesta nuestro sistema inmune.


Si en el marco definido por la ciencia médica convencional no introdujéramos estas dinámicas relacionales más la componente de energía y mente, ¿Cómo poder explicar que dos personas bajo las mismas condiciones y ante un mismo virus, una pueda ser infectada y la otra no? ¿Cómo explicar los casos de muchos asintomáticos? ¿Cómo poder explicar los incidentes que escapan a las normas teóricas produciéndose remisiones espontáneas de cáncer?


Según la mencionada experiencia vivida en el extremo sur americano, en el preciso momento en que Jesús de Nazareth murió, se desprendieron de él infinidad de estos “cuantos”, que hoy en día se hallarían impresos en nuestra genética, logrando de esta manera, un salto evolutivo sin precedentes en la historia de nuestro planeta.


Más de veinte años después, la humanidad a alcanzado un desarrollo tan importante, que todo lo que antes para muchos de nosotros era poco menos que magia, —­y por lo cual varios éramos tildados de locos—, hoy resulta ser avalado por la ciencia sostenida en ese trascendental elemento llamado “cuanto”.


La teoría cuántica nos da la posibilidad de arrojar comprensión sobre la conexión existente entre la salud, la energía y el psiquismo.


En el año 2019 durante un proseso de sanación muy profundo, me encuentro con alguien que me ayudaría a reescribir mis paradigmas por completo. Ángelo, ­—un retornado— me había dado las pistas para comprender el tema de la cura y la sanación desde un lugar proactivo antes que reactivo: “no se trata de sanar, se trata de no tener que enfermar”. Y para esto, vivir en el “ser”, antes que en el “deber ser”, es el requisito indispensable de la vida para mantener nuestra salud.


Lo anterior no se trata de una premisa filosófica o una expresión poética, es literal: el no-ser es la causa productora de las contracturas caracterológicas que tendrán como consecuencia la interrupción del fluido energético en nuestro cuerpo, a modo de resistencias que opacan el brillo de la bombilla en un circuito eléctrico.


El ser, es decir, hacer lo que el corazón dicta y el vivir cómo se piensa, es la brisa fresca que oxigena los rincones oscuros y enmohecidos de nuestra alma y, por lo tanto, de nuestro cuerpo. Ser, nos permite un vínculo más profundo con la naturaleza. ¡Cuán importante es mantenernos libres de nosotros mismos, de los miedos, de la opinión ajena, de la autocensura!


De esto se trata este libro: que, por medio de un lenguaje sencillo, todos puedan comprender el proceso que nos conduce a potenciar nuestro sistema inmune y la capacidad de sanar y curar que el ser humano posee.


Si la creencia, además de la fe, nos dan la posibilidad de sanar o curar, el comprender estos mecanismos nos permitirá concentrar de una forma más efectiva nuestras intenciones, logrando como consecuencia resultados más conscientes, certeros y efectivos; esto se debe a que, así como una lupa puede concentrar los rayos del sol y encender una fogata, nuestra atención e intención, logran concentrar a la energía de manera que pueda ser transformada en el efecto deseado.


Este trabajo presenta una riquísima síntesis del saber universal filosófico, científico y esotérico, desde Hipócrates, Descartes y Nietzsche hasta Mesmer, Pierrakos, Maturana, Lipton y Braden, entre otros destacados, además de guías y maestros con quienes hemos podido contactarnos.


Por lo anterior, podrás hacerte de importantísimos recursos que te abrirán la puerta para encausar tus propias investigaciones.


La libertad camina de la mano con la responsabilidad, y esta nos susurra al oído dos por tres diciéndonos que el voluntarismo tiene sus limitaciones, pero ante esto la libertad aporta una opinión y nos dice que, a pesar de esas limitaciones, —que a veces impone la realidad—, tenemos la posibilidad de elegir nuestra actitud frente a la vida, inclusive de cara a las peores adversidades. Aquí precisamente se halla la clave de las más profundas transmutaciones, que se manifiestan como respuesta a nuestro poder creativo, producto de la realización de notables actos de amor universal.


—————————————————————


En marzo del presente año 2022 realizaremos el curso “Teoría cuántica de la inmunidad, la sanación y la cura”. Intégrate y participa.


Para saber más Información forma parte de nuestro grupo de WhatsApp “Planeta Mágico” en el siguiente link. (Grupo solo informativo. No configurado para interactuar)

69 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page