top of page

Técnicas de supervivencia militar: ¿Hace 17000 años atrás?

Actualizado: 8 ene 2023

Retiro espiritual Sajama 2022:“Uhma”



Ajusté a mi tamaño el cinturón y lo abroché. Una vez más, miré por la ventanilla del avión. En esta oportunidad mi asiento era el número 05F de un Boeing 737-800 de Aerolíneas Argentinas.


Busqué en ese momento la clave oculta en los números y las letras que se me habían designado. El número 11 es un canal de información que se establece entre lo superior y lo inferior, entre el mundo objetivo y el reino de los arquetipos.


Desde el punto de vista morfológico nos recuerda a las vías de un tren que conecta diferentes ciudades. También a la escalera de Jacob por la que los ángeles ascendían al cielo y descendían a la tierra, esta se le apareció al patriarca de Israel en un sueño.


Así es, mi elemento de referencia, con el paso del tiempo, se ha vuelto la comprensión que se alcanza gracias a la lectura de los acontecimientos; si aceptamos la premisa de que nada es causal, danzaremos en un universo que se manifiesta ante nosotros, y con el cual podemos entablar un diálogo que nos da la posibilidad de comprender el pasado, saber que debemos hacer en el presente, y cómo colaborar para tener un futuro dichoso.


El avión comenzó a carretear y la potencia del impulso me empujó contra el espaldar de la butaca, mientras todo mi cuerpo percibía esa agradable sensación de despegar del suelo, percibiendo la inclinación ascendente de la aeronave.

Y como siempre la nostalgia, ­­─que me tomó sin sorpresa al abandonar mi país─ le cedió paso a un cosquilleo en el estómago que ayudaba a impulsarme a la aventura.


Es la misma sensación que acaricia mi alma en cada viaje, y que me acompaña desde el año 1988, en el que tuve mi primera experiencia OVNI a los quince años. Si bien nuestros viajes requieren cierta planificación, una gran proporción está ligada a lo imprevisto, y la magia muchas veces nos sorprende con lo inesperado; esta ocasión no sería distinta.


Semanas antes, había asistido a la graduación de mi yerno como militar. Fue la primera vez que asistía a una ceremonia con estas características. Era sorprendente ver como los militares se movían al unísono, individualidades que se trasladaban como si fueran un solo cuerpo en formaciones espectaculares; por un momento pude percibir como había, antes que nada, un pensamiento colectivo.


Durante el refrigerio, cuando todos estaban distendidos, algo me llamó poderosamente la atención. Los egresados militares tenían un correaje bien particular, se trataba de unas cintas verde oliva conformadas con gruesos hilos que se disponían a modo de “correas pectorales”, ubicadas en los hombros y cintura. Parecían las pretinas de las mochilas, pero sin mochilas.


Le pregunté a Pablo para que eran esas pretinas que llevaban ajustadas al cuerpo, el me respondió que se trataba de un implemento de supervivencia. Allí los militares portaban sus armas, su pesada mochila y fundamentalmente, desde allí podían ser arrastrados si caían heridos en el campo de batalla.

No era la primera vez que veía ese correaje, y eso fue, además de sorprendente, revelador, exactamente esos mismos elementos de supervivencia los había visto en mi último viaje a Bolivia.


Precisamente en la “Intipunku” o “Puerta del sol”, pude ver al esplendoroso Wiracocha con esos mismos implementos de supervivencia, ¿servirían para cargar armas? ¿se trataría de un correaje para transportar algún tipo de mochila de supervivencia? ¿sería solo un recurso artístico o símbolo pictográfico? Algo me decía que no.


Lo cierto es que, en 1910 Arthur Posnansky, fundamentalmente paleontólogo, y arqueólogo de origen austrohúngaro ya afirmaba que América y especialmente cierta región de Bolivia ─Tiahuanaco─ era la cuna de la civilización.


Llego a La Paz, Bolivia, el 1 de Julio. Allí, durante diez días, estaríamos vivenciando un retiro espiritual, en el cual procuraríamos generar un proceso de autoaprendizaje individual y colectivo junto a los hermanos que nos acompañarían desde Uruguay. El itinerario nos llevaría por Tihuanacu, Isla del Sol, comunidad Challapampa y comunidad Yumani, Isla de la Luna y, por último, el esplendoroso Sajama, la cima espiritual del mundo en la presente era de Acuario.



26 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page