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A 75 años de los OVNI’s y los transistores

Actualizado: 8 ene 2023


“Volaban de una manera caprichosa, como cuando usted lanza un platillo sobre el agua, que va rebotando sobre ella…”


Esta expresión utilizó el periodista Bill Bequette, de la United Press, después de recoger el testimonio de Kenneth Arnold, alguien que es considerado –por muchos– como el primer testigo de un Objeto Volador No Identificado.


Eso sucedió el 24 de junio de 1947, hoy hace 75 años. El piloto norteamericano volaba su avioneta cerca del monte Rainier, en Washington. Su aspiración era lograr la recompensa de 5000 dólares que el gobierno estadounidense ofrecía por encontrar los restos de un C-46, un avión de transporte del Cuerpo de Marines, que se había precipitado en la zona recientemente.

Arnold pudo observar el desplazamiento de nueve objetos con forma de medialuna que se desplazaban a gran velocidad.


La experiencia de Arnold se encuentra entre los más grandes hitos de la ufología mundial. El testigo manifestó lo siguiente en el International UFO Congress de Chicago en junio de 1977, cuando se conmemoraban los treinta años del suceso:


“Aquellos objetos eran de un tamaño considerable, y conté hasta nueve. Los brillantes destellos que surgían de su superficie, y que yo al principio supuse que eran reflejos del sol, eran pulsantes, y al propio tiempo los aparatos se balanceaban; parecían volar tan fácilmente de lado como en posición plana…”


“Los objetos parecieron ascender un poco mientras seguían el rumbo de 170 grados, y comprendí que estaba a nivel con ellos porque ambos estábamos en el horizonte. Mi altímetro señalaba algo más de 2.800 metros de altura, lo cual quiere decir que ellos volaban a esta altitud, más o menos. Calculé que su diámetro era de unos 30 metros y, por supuesto, me sorprendió mucho que no tuvieran cola, pero pude ver muy bien su imagen sobre la nieve”.


“A juzgar por las maniobras que efectuaban, pensé que, si hubiese seres humanos en ellos, hubieran quedado hechos picadillos al primer viraje, porque aquellos aparatos volaban muy deprisa y de una manera muy caprichosa; por el modo como cambiaban de dirección casi instantáneamente, la fuerza centrífuga debía ser terrorífica”.


Ocho días después, precisamente el 2 de julio de 1947, un objeto desconocido se estrelló en un rancho cerca de Roswell (Nuevo México).

Mac Brazel, un granjero de Nuevo México descubrió unos restos dispersos por su rancho, de una posible nave de origen extraterrestre, algo que fue desmentido mas tarde por las autoridades militares del gobierno norteamericano.



En los periódicos del 8 de julio se dio el siguiente titular: "Las fuerzas aéreas capturan un platillo volante en un rancho de la región de Roswell". Se avisó al comandante Jesse Marcel de la base aérea del Ejército en Roswell, que fue personalmente al lugar.


¿Solo una coincidencia? Desde el 17 de noviembre de 1947 hasta el 23 de diciembre de 1947, los físicos estadounidenses John Bardeen y Walter Houser Brattain de los Laboratorios Bell,​llevaron a cabo diversos experimentos y observaron que cuando dos contactos puntuales de oro eran aplicados a un cristal de germanio, se produjo una señal con una potencia de salida mayor que la de entrada. Se había inventado el transistor, este dispositivo fue fundamental para el desarrollo de tecnologías como la fibra óptica, el láser, aparatos de visión nocturna, el microchip presente en equipos de radios, televisores, computadores y teléfonos celulares, entre otros.


¿Se trataría de una simple casualidad que, a finales de 1947, la ciencia electrónica diera un salto cuantitativo con el invento del transistor, bases de la tecnología actual?

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