top of page

Ilusión y Karma

Actualizado: 8 ene 2023


“Una vez que hayas cruzado el profundo océano de Maya estarás aún más allá de lo que hay escrito en cualquier escritura; ya sea de tiempos pasados o los que han de venir”. Bhagavad Gita


“En el hinduismo, “maya”, no significa que lo asequible a nuestros sentidos, (los fenómenos que se manifiestan ante nosotros y con los que interactuamos cotidianamente) es ilusión, sino que es la “creencia” de que todos esos fenómenos, forman parte de la realidad.


La etimología de maya, “ma-aia”, tiene como raíz: “no es”. Aplicando esta definición al “estado de creencias” en el que vivimos cotidianamente, debatiéndonos ante la dualidad constantemente y ante la cual nos defendemos cincelando nuestra personalidad -mascara-, el “no ser”, es maya “integrada” a nosotros.


Desde el punto de vista del hinduismo, una de las cualidades intrínsecas y más importantes de la naturaleza es que todas sus manifestaciones, fluyen impulsadas por una fuerza dinámica que les da vida, movimiento y forma, este principio impulsor es el Karma, que significa acción.


En el Bhagavad Gita, ante la pregunta de Arjuna sobre qué es el karma, Krishna manifiesta que éste “es la fuerza de la creación a partir de la cual toma vida todo lo que existe”.


En efecto, el Gita también hace un uso coloquial del significado de karma, y lo asume como el conjunto de circunstancias y condiciones que pesan sobre el ser humano, sin hacer distinción entre bueno o malo.


Quien “cuyas intenciones están libres del deseo y la codicia, y que ha quemado ya todo su karma en el fuego del Conocimiento: a tal hombre llaman sabio aquéllos que pueden ver.” El karma se quema en el fuego del Conocimiento.


El concepto de karma ha degenerado desde su significado original hasta las interpretaciones realizadas por diferentes organizaciones, en las cuales este se toma como un simple proceso de compensación, una suerte de “Ley del Talión cósmica”: “ojo por ojo y diente por diente”.


El karma, de ninguna manera, es una transacción de sufrimiento. La compensación no es suficiente si no hay un aprendizaje que conlleve a una expansión de conciencia, de lo contrario, el karma sería una espiral de dolor eterna de acciones y reacciones.


La liberación del karma requiere como paso previo, tomar conciencia de la unidad que formamos parte, en la cual todo y todos interactuamos poniendo en juego fuerzas cuyos vectores nos afectan de forma multidimensional.


Mientras tengamos una cosmovisión dividida, de que estamos desvinculados, estaremos bajo el “hechizo” de maya. La física cuántica ilumina este concepto de unidad gracias al principio de entrelazamiento cuántico. Esta concepción manifiesta que cuando dos partículas están vinculadas lo que sucede con una inmediatamente perturba a la otra, sin importar cuan grande sea la distancia entre ambas. La propiedad matemática que sostiene a la propiedad física de entrelazamiento es la llamada “no separabilidad”.


Para el budismo, la causa del sufrimiento es el deseo, por lo tanto, eliminando el deseo cesa el sufrimiento. Sumergidos en las profundidades de maya, quizás no haya mayor dolor que perder a un ser amado, pero en la medida en que nos recreamos en el pasado, nos anclamos al dolor, y este se parasita absorbiendo nuestra energía transformándose finalmente en sufrimiento.


En la medida en que no aceptemos la congoja y la integremos sin miedo, (como quien asume la fractura de un hueso sin resistirse) nos condenamos a repetir ese dolor una y otra vez. El mito de Orfeo y Eurídice lo manifiesta claramente.



Orfeo fue un héroe de la mitología griega. Era hijo de Apolo, el dios de la música y las artes y de Kalíope, musa de la poesía. De ambos hereda sus dotes de musico y poeta, Orfeo era el mejor músico de entre los mortales. Entrado en años Orfeo se retira a Tracia, allí conoce y desposa a Eurídice. En una de sus visitas al bosque, la ninfa es mordida por una serpiente y muere.


Orfeo no puede sobreponerse a la pérdida de su amada y aconsejado por las ninfas y los dioses a que descienda al Hades a recuperar la vida de Eurídice.


Finalmente, el héroe llega hasta Hades y negocia con Perséfone, la esposa de Hades, el retorno de su esposa a la vida. Ella decide acceder a que Eurídice vuelva al mundo de los vivos, pero con una condición: si Orfeo se vuelve a mirar a su esposa antes de salir por completo del inframundo y llegar a la luz del día, Eurídice regresará al Hades para siempre.


Los esposos caminan hacia la vida, pero cuando el héroe ya está fuera del Hades, se da vuelta a mirar a su esposa, pero a ella todavía le faltaba un paso para salir del inframundo y llegar a la luz del día, por lo que se esfuma ante el desesperado Orfeo.


Para trascender una perdida, se hace necesario ser paciente y no mirar atrás como Orfeo, tener noción de lo finito del dolor y confiar en la danza de la vida, aceptar la pérdida integrando a nosotros lo bien vivido junto a esa persona, porque algo de ella quedó en notros en forma emociones y fundamentalmente de aprendizajes, así miremos al futuro dando un paso a la vez, sanando pacientemente.

12 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page