Desde nuestra encarnación en esta dimensión todos experimentamos distintas vivencias, desde las más básicas hasta las más elevadas. En esta tercera dimensión estamos llenos de opuestos (día- noche, Sol- Luna, Femenino- Masculino, Bueno- Malo, etc..) pero si observamos bien hay matices y un equilibrio entre ambos. Por ejemplo, no se puede ser demasiado generoso todo el tiempo, o excesivamente paciente con alguna situación o persona.
Es importante encontrar ese equilibrio en nuestro interior tanto en lo mental, emocional y físico para elevar nuestro espíritu y vibrar más alto. Hay una relación entre nuestros chakras y los pensamientos y emociones así que por el contrario estamos fuera de esta armonía, el universo nos brindará oportunidades o experiencias para tomar conciencia de que existe este equilibrio, o de que el equilibrio es necesario en nuestras vidas, ya que podemos aprender y evolucionar por la toma de conciencia a través de la asociación de ideas o sino por el choque directo de alguna vivencia.
Si no logramos encontrar está armonía se generarán bloqueos en los chakras que podremos llevar de una vida a otra, o también transmitirlos a nuestra descendencia por un proceso epigenético. Hay períodos de descanso y periodos de aprendizaje, así como el movimiento del péndulo en su oscilación, la vida nos repetirá alguna de estas vivencias a distinto nivel para probarnos si ya logramos encontrar esa armonía.
Como decía al inicio cuando comenzamos a vivir experiencias en esta dimensión, de forma inconsciente dejamos que algunas situaciones nos afecten o estresen, esto nos saca de nuestro eje o armonía y si esté pensamiento o emoción perdura el chakra relacionado baja su nivel vibratorio y comienza a enviarnos señales de forma física, comienza el dolor en alguna parte del cuerpo de forma leve al principio, pero si está perdura y no somos capaces de tomar conciencia de ellas, termina desembocando en una enfermedad, según la Biodescodificación la enfermedad se puede definir como el síntoma de que nuestro cuerpo está en desequilibro, y ésta es su respuesta de adaptación al entorno que le genera estrés. Por tanto, la enfermedad es reversible siempre que saquemos al organismo del estrés que vive.
El responsable de cómo se adapta el cuerpo al estrés es el cerebro, a través de sus programas biológicos desarrollados a lo largo del proceso evolutivo de la especie. El cerebro controla y coordina las funciones de todo el organismo. Las diferentes zonas cerebrales se encargarán de supervisar el metabolismo de los órganos y tejidos con los que están conectadas, por desarrollarse desde la misma capa de células en la etapa embrional. Al producirse una situación estresante, la zona del cerebro responsable del procesamiento induce un cambio en el comportamiento del órgano que controla, para adaptarlo a los nuevos requerimientos del problema, saliendo del funcionamiento equilibrado. Si este cambio se mantiene en el tiempo se denomina síntoma de la enfermedad.
Biodescodificación es el nombre que se da en España a uno de los nuevos enfoques terapéuticos, desarrollados a partir de los descubrimientos del médico alemán Ryke Geerd Hamer sobre el origen y el sentido de las enfermedades y la experiencia de numerosos investigadores y practicantes, como, por ejemplo: Claude Sabah, Marc Fréchet, George Groddeck, Anne Schutzenberger, Salomon Sellam. Estos y otros autores han demostrado que las “enfermedades” no existen como tales, sino que se trata de programas biológicos de supervivencia, que activa el cerebro para adaptar al organismo al estrés que padece, fruto de los conflictos que afectan a todo ser vivo.
Un autor muy conocido en España y el Mundo de este enfoque es Enric Corbera, recomiendo busquen información.
En el cuadro se muestran por un lado las Pasiones y las Virtudes.
Según la Antropología, Immanuel Kant afirma: “Una emoción es como el agua que se filtra a través de un dique; la pasión es como un torrente que va haciendo su lecho más y más profundo. Una emoción es como la embriaguez que te conduce al sueño; la pasión es como una enfermedad debida a una constitución deficiente o a un veneno”.
Creo que uno de los motivos de que las pasiones fueran consideradas insanas era la observación del dolor y la destrucción que implicaban, que eran a su vez consecuencia de su naturaleza de deseo. Podríamos decir que son facetas de una “motivación deficitaria” básica.
Pero el uso del lenguaje de Abraham Maslow no debe impedirnos ver lo apropiada que es la noción psicoanalítica de oralidad: se puede considerar que las pasiones son resultado de mantener como adultos demasiadas actitudes que todos tuvimos como bebés lactantes, de quedarse apegado, ante el mundo, a una postura de agarrar y succionar.
La palabra “pasión” es apropiada para referirse a las emociones inferiores no sólo porque existen en interdependencia con el dolor (pathos), sino también por su connotación de pasividad. Puede decirse que estamos sujetos a ellas como agentes pasivos, más que como agentes libres, como decía Aristóteles al hablar sobre el comportamiento virtuoso y la psicología moderna al referirse a la salud mental. Las tradiciones espirituales suelen estar de acuerdo sobre una potencial desidentificación del dominio de las pasiones, que es posible por intuición de la transcendencia.
Aunque la finalidad de esta tradición de "trabajo en sí mismo" es producir un cambio en el control del comportamiento desde el centro emocional inferior de las pasiones al centro superior, aún se contempla otro estado más: un cambio desde el "centro intelectual inferior" de la cognición ordinaria, plagado de visiones erróneas de la realidad que se formaron en la niñez (fijaciones), al centro intelectual superior, de comprensión intuitivo-contemplativa. (Carácter y neurosis. Claudio Naranjo)
Por otro lado, la virtud es una disposición de la persona para obrar de acuerdo con determinados proyectos ideales como el bien, la verdad, la justicia y la belleza. La virtud se opone al vicio, y tiene una gran importancia para la vida ética.
Continua la próxima semana con: Los chacras y el cerebro triúnico.
Comments