"Después de realizar algunos ejercicios de chi kung y mostrarnos los alrededores de la estancia, nos dirigimos a la sala de reuniones.

Se trataba de un gran salón muy bien iluminado y equipado con sillas y sillones, ventiladores, un baño, grandes ventanales y un espacio para expositores.

Pero Cristian nos llamó la atención sobre un lienzo que había en la pared entre dos ventanas al fondo del local, de frente a la puerta de entrada.

Paso a paso, como si se tratara de un ceremonial nos dirigimos al lugar.

En la pintura figuraban una serpiente, un puma, un cóndor y un águila, estos últimos con sus alas desplegadas, parecían contener al sol, el cual se observaba en el centro de la obra.

El tiempo se detuvo un instante en “Capilla del Monte” durante el conmovedor procedimiento. En efecto, el viaje había estado signado por este símbolo desde nuestra llegada a la mágica ciudad.

El “desgarro en el lienzo del tiempo” se estaba produciendo, algo se acercaba a la Tierra y todo cerraba con exquisita precisión. Jamás sospeché que el contacto extraterrestre acompañara este intrincado entretejido de historia y futuro.

Pero algo también inesperado y sorprendente sucedió cuando Cristian descorrió el paño en el cual estaba inscrito el arcaico y mítico símbolo del Pachakuti."

 

El Advenimiento, Eduardo R. Viglioni

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